Humor negro, chistes negros, chistes crueles
Un tipo sufre un accidente, cuando recobra la conciencia después de una larga operación, el médico le dice:
- Amigo, tengo que darle una buena y una mala noticia, ¿cual le digo primero?
- Bueno dígame la mala primero.
- Bien... tuvimos que amputarle las piernas.
- Oh!... ¿y la buena cual es?
- Que el paciente de la cama de al lado le quiere comprar los zapatos.
INUNDACIÓN
Después de una terrible inundación, un paisano del Chaco le dice a otro:
- Che, negro... sufrió mucho tu casa la inundación??
- No, para nada... se hundió enseguida!!!!!
Un hombre toca el timbre de una casa, a lo que un niño lo atiende.
- ¡Hola! ¿Está tu padre?
El niño responde:
- No, él no está. Lo pisó un camión.
El hombre expresó sus condolencias, y le preguntó si su madre se encontraba en casa.
El niño responde:
- No, ella no está. Un camión la pisó.
El hombre ya un poco desconcertado e impaciente le pregunta:
- Pero, ¿no se encuentran por casualidad tus hermanos, tu abuela o tu abuelo?
El niño responde:
- No, ellos tampoco están. A todos los pisó un camión.
El hombre se sorprendió muchísimo y le replicó:
- Pero, ¿dónde te encontrabas tú, cuando a todos los pisó el camión?
- ¿Yo? ¡Yo estaba manejando el camión!
Locos a bordo
Estaban 3 locos en un avión armando bardo, y de repente el piloto le dice al copiloto que vaya a ver que les pasa a esos tipos.
El copiloto se dirige a los locos y al ratito vuelve a la cabina. El piloto le pregunta:
- ¿Qué hiciste para que se quedaran quietos?
- Nos pusimos a jugar a la escuelita y les mandé tareas...
Cinco minutos después, se vuelven a alborotar y el piloto le dice al copiloto:
- Andá a ver que les pasa a esos tipos ahora.
El copiloto se va y regresa a los pocos minutos, el piloto le pregunta:
- Y ahora? ¿Qué hiciste?
- Les corregí sus tareas y como las hicieron bien, les abrí la puerta y se fueron al recreo...
Loquitos armados
Dos enajenados mentales se escapan del manicomio y andando por el campo se encuentran una escopeta, uno le pregunta al otro:
- ¿Para qué servirá ese artefacto?
El otro le contesta que no tiene ni idea. El primero se pone a mirar por el cañón y el otro aprieta el gatillo... ¡Boooooom!
Le dice el que apretó el gatillo al otro:
- ¡No me mires con esa cara! ¡yo también me asusté!
Petición
Ella tenía dos deseos finales.
Primero, quería ser incinerada. Y segundo, ella quería que sus cenizas fueran esparcidas por el Centro Comercial.
- ¿Por qué en el Centro Comercial? - le preguntaron.
- Para estar segura de que mis hijas me visitaran por lo menos dos veces por semana...
No hay comentarios:
Publicar un comentario